Creemos que Jesucristo es Dios encarnado, completamente Dios y completamente hombre, una Persona en dos naturalezas. Jesús, el Mesías, fue concebido a través del Espíritu Santo y nació de la virgen María. Vivió una vida sin pecado, fue crucificado bajo Poncio Pilato, se levantó corporalmente de entre los muertos, ascendió al cielo y se sienta a la diestra de Dios Padre como nuestro Sumo Sacerdote y Abogado. Creemos que Jesucristo, como nuestro representante y sustituto, derramó Su sangre en la cruz como el sacrificio perfecto y suficiente para nuestros pecados. Su muerte expiatoria y su resurrección victoriosa constituyen el único terreno para la salvación.
(Juan 1: 1, Hebreos 1: 3, Hebreos 5: 6, Juan 3:16, Romanos 8)